Cada vez que descubro un espacio de estilo escandinavo...mas me enamora. Y cada vez que encuentro una vivienda con clase en Malmö pienso..."debería irme a vivir allí".
Mientras llega o no ese momento, hoy recorreremos esta magnifica vivienda que mezcla estilos y tiempos de una forma a la que no solemos estar acostumbrados.
Con mucho toque vintage, y ese toque clásico de un edificio modernista, esa vivienda de 148 m2, (ahí es nada) y que data de principio de 1900.
En lugar de llenar el espacio de piezas mas lineales y modernas, en este caso, se opta por seguir esa linea clásica y de piezas personales, que se decanta por intentar seguir un toque mas que perfecto.
Sin embargo hay algo que no abandona, y es la preferencia por el color blanco, y que sean solo ciertos detalles los que aporten ese brillo y color.
Ya veréis como os gusta, aunque no seáis de clásicos, hay muchos detalles dignos de envidiar e inspirar.
Pues por empezar en algún espacio, el salón comedor, es un lugar donde cada cosa, equilibra a la anterior.
Sin duda, son completas protagonistas esas molduras y panelados de la pared, que al estar pintados en blanco, lo que hacen es aportar volumen y textura de una forma delicada.
La mesa de comedor es donde se centran piezas de estilos contrarios, con la impersonalidad de sillas plásticas, y ese carácter de un espejo dorado y barroco.
Con esa luz increíble y la combinación de texturas, los rincones que se crean son mas que acogedores.
Como os comento muchas veces, la incursión de plantas y colores verdes, aportan ese fresco y color que hace una vivienda o rincón mas agradable.
Los suelos de espiga son otra de esas ventajas y tesoros.
Lejos de alejarse de la actualidad o del diseño, ahora mas que nunca se han convertido en un IT de la decoración.
Si son naturales, de tablilla o con un toque desgastado, no pasa nada, le aportaran carácter y personalidad.
Uno de los espacios de esta vivienda es la cocina, con todos esos detalles, y el calor que aporta el mobiliario.
Sin duda, me encanta.
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La casa me ha encantado por los rincones llenos de vida. Pero lo que más me ha gustado es el espacio de trabajo dividido por una cajonera, me he enamorado de ella. Feliz día.
ResponderEliminarMe encanta, cada espacio con su propia elegancia y hermosura, yo también viviría allí!!
ResponderEliminarBeso!
Hay que decir que con esas viviendas, esos techos altos, esos ventanales, esos suelos, las chimeneas (mira que me gustan esas chimeneas), esa luz que entra a raudales... Es que tienen la mitad del trabajo hecho. Vamos, que yo podría vivir en una casa así aunque estuviera vacía...
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