Del tipo de vida, de sus necesidades y de lo que les inspira.
Hace un tiempo vimos la casa de Caroline Gomez, que podréis volver a ver aquí , una diseñadora de interiores que nos ofrecía el gusto y el estilo de una vivienda para vivir y ser vivida.
Hoy os enseño la casa de Vanessa Bruno, una diseñadora de moda, (que no podía se de otra forma y que viviera en París) que nos muestra una casa acogedora, y con aquellos bellisimos detalles de buen gusto.
Podríamos defirnirlo como un piso parisino bohemio y escandinavo, con aquellos detalles vintage en muebles y piezas recuperadas.
Sin duda, un espacio donde predomina la luz y la importancia de formas.
Como dirían la deconstruccion de lo estructurado.
La belleza de este tipo de pisos irradia en la reconversion de lo nuevo, a algo actual.
Una finca que data de 1650, y que en el siglo XXI sigue manteniendo esa majestuosidad de un piso con techos muy altos, viguerías vistas, y suelos de madera.
La mezcla de volúmenes y formas se puede apreciar en cada detalle. Sillas de mil modelos, lamparas de diferentes formas, y la unión de 2 suelos que son opuestos en materia.
Hay veces que es mejor la sencillez de no decir nada, al abrupto de decir demasiado.
Una repisa con detalles sencillos, marcos vacíos o laminas, casi sin color, dicen mas que un barullo de color.
Es cierto que este piso o sea para ella sola, o apenas pare mucho en el, ya que con un sofá tan escueto
no vislumbro demasiadas veladas.
via: Interiormagasinet